Cuando una paciente se enfrenta al proceso de reconstrucción mamaria una de las primeras preguntas que se le hace es con qué se va a hacer la reconstrucción. Hay diferentes opciones y cada una lleva a una situación diferente. Además, la elección siempre quedará supeditada a la valoración que el especialista haga sobre las condiciones personales de cada paciente.
Algo que es importante destacar es que sea del tipo que sea, se recomienda abstinencia tabáquica total. El tabaco es el gran factor de complicaciones en la reconstrucción mamaria.
A más complejidad en la reconstrucción, es decir, si se opta por los colgajos, hay más estabilidad en el tiempo (permanencia del resultado satisfactorio). A menos complejidad, es decir, uso de la prótesis, con los años puede requerir de nuevas intervenciones.
Cuando se realiza con prótesis, a lo largo del tiempo hay más cirugías acumuladas que cuando se realiza con tejido propio del cuerpo. En este último caso, una vez que se da el alta al paciente se acaba la relación y no hay más controles rutinarios.
Cada vez se opera a pacientes más jóvenes, lo que implica que a pesar de ser tejido propio que evoluciona más homogéneamente, pueden requerir nuevas intervenciones porque la otra mama va adquiriendo volumen y caída. Es decir, tanto con prótesis como con tejido propio, cuanto más joven sea la paciente existirán más posibilidades de tener que actualizar la reconstrucción. A grosso modo se puede decir que la intervención con tejido propio reduce a lo largo del tiempo la necesidad de controles.
En cuanto a los tiempos de recuperación, cuando se ponen implantes es muy importante limitar esfuerzos con los brazos. Por su parte, cuando se utiliza colgajo, el cuerpo recibe la cirugía de la mama y la de la zona donante por lo que hay dos zonas afectadas que requieren de cuidados. Así pues, para ambas intervenciones el tiempo de recuperación para poder realizar las actividades básicas de la vida, como hacer deporte suave o trabajar, es de un mes y medio. Para la recuperación total, que implica poder realizar trabajos de gran esfuerzo físico o deporte intenso también en ambos casos es de alrededor tres meses.
El tipo de recuperación sí que es distinta: mientras que con implantes se debe ser muy cautelosa con los movimientos de los brazos y el tórax para evitar que el implante se desplace, en el caso de tejido propio se debe prestar atención a dos zonas.
Entonces, ¿prótesis o tejido propio? Ninguna opción es mejor que la otra. Lo más importante es individualizar la indicación a cada paciente, proporcionarle a la paciente información sobre qué es adecuado en su caso y consensuar una opción.
El futuro no va hacia la prótesis ni el colgajo, va hacia la ingeniería tisular y el uso de técnicas avanzadas en cuanto a células madre y factores de crecimiento. Se trata de técnicas que ya se están empleando en investigación en laboratorio con animales y que permitirán reconstrucciones en las que no se tendrán que sacrificar tejidos de la paciente ni someterla a cirugías de muchas horas. Se inducirá la regeneración del pecho gracias a los avances en tecnología.