Nuestro cuerpo está constituido por millones de células. Estas células se van renovando continuamente, conforme a una información genética contenida en sus núcleos. Sucede, en ocasiones, que la información se corrompe y el proceso de correcta renovación de las células se altera. Las células se reproducen entonces de forma defectuosa, propagando el error genético y generando células cancerosas. Estas células tienen capacidad de reproducirse sin control, llegando a formar masas o “tumores” en los distintos órganos del cuerpo, alterando los tejidos normales.
En el caso del cáncer de mama, estas células cancerosas se multiplican y forman tumores en el tejido de la glándula mamaria. Aunque la mayoría de las pacientes son mujeres, el cáncer de mama puede afectar también a los hombres.
La mayoría de los cánceres de mama son carcinomas y aunque inicialmente se clasificaron en diferentes subtipos según su probable origen dentro de la propia glándula mamaria, en la actualidad se habla de carcinoma infiltrante y se mantienen los diferentes "nombres" para su clasificacion:
- Ductal: en la superficie del conducto mamario. Es el tipo más frecuente.
- Lobulillar: en el lobulillo de una glándula mamaria.
- Otros: mucinoso, tubular, medular, papilar, metaplásico, apocrino, tumor filoides maligno, enfermedad de Paget de la mama.
El carcinoma se considera in situ, intraductal o no invasivo, cuando las células malignas no han invadido el tejido normal que rodea la lesión, es decir las células se mantienen dentro del conducto sin romperlo.
El carcinoma es invasivo, cuando las células se han propagado a través de las paredes del conducto, afectando al tejido mamario cercano. Las células de los carcinomas invasivos tienen la capacidad de afectar otros órganos distintos a la mama a través de los conductos linfáticos y la sangre.
Cuando el cáncer de mama se disemina hacia los ganglios linfáticos, generalmente lo hace a los ganglios más próximos, estos son los que se encuentran en la axila. En otras ocasiones, las células pueden migrar a los ganglios que se encuentran debajo de las costillas (mamaria interna) o alrededor de la clavícula (infra y supraclavicular).
En algunos pacientes, el tumor puede diseminarse a través de la sangre hacia otros órganos del cuerpo, es lo que se conoce como metástasis. Los órganos más frecuentemente afectados son los huesos, los pulmones y el hígado. Aunque la mayoría de las pacientes se diagnostican en estadios tempranos, aproximadamente un 5% de las pacientes tendrán metástasis en otros órganos en el debut de la enfermedad.