¿Por qué se debe comprimir la mama?
Durante la mamografía, debemos conseguir la comprensión perfecta de la mama por tres motivos o beneficios:
1. Menos radiación. Reducir el grosor nos permitir a la vez reducción del laser de radiación. Se irradia mucho menos en una mama bien comprimida que en una que no lo esté.
2. Equilibrar la dosis de radiación y conseguir una buena imagen de toda la mama, teniendo en cuenta los factores técnicos. El grosor de la mama en la parte posterior, es decir, la parte que está más cerca del tórax es muy grande. En cambio, el grosor en la zona del pezón es muy pequeño. El cálculo de la dosis de radiación para hacer la mamografía se basa en este grosor. Por lo tanto, si calculásemos el grosor teniendo en cuenta únicamente la parte posterior, la parte del pezón se quemaría. Y al revés, si se calculase teniendo en cuenta el grosor del pezón, no se mostraría una imagen de calidad de la parte posterior.
3. Separar las estructuras. Con la comprensión conseguimos separar las estructuras de dentro de la mama, lo que permite ver mejor.
Dolor durante la mamografía
El dolor que puede ocasionar una mamografía no tiene ninguna relación lineal con ningún tipo de tumor. Normalmente se trata de una molestia soportable para la inmensa mayoría de mujeres, aunque hay un pequeño porcentaje que lo encuentran difícil de tolerar. Hay mucha variabilidad entre las mujeres. Hay algunas que no les duele nada y otras que les duele muchísimo. Incluso puede variar en una misma, de una prueba a otra.
Cuando la mujer se encuentra en un período premenopáusico, se recomienda hacer la mamografía en la segunda semana del ciclo, que es la parte del ciclo en que la mama está menos inflamada. Si por lo contrario se realiza en otra semana, dado que la mama puede estar más tensionada puede ocasionar más dolor.
Ecografía vs. Mamografía
Muchas mujeres se preguntan porqué les han programado una mamografía en lugar de una ecografía, siendo esta última menos dolora y considerada efectiva. A las mujeres de menos de 30 años se les acostumbra a hacer una ecografía y únicamente cuando presentan algún síntoma. El dolor es mayor en mujeres jóvenes debido a que la mama va aumentando el nivel de grasa con los años y se vuelve más resistente al dolor.
A partir de los 40 años siempre se hace mamografía primero. Hay un porcentaje de cánceres de mama que no es despreciable, que se manifiestan únicamente como calcificaciones muy pequeñas. No todas las calcificaciones son cancerígenas, sin embargo hay que tenerlas en cuenta y se ven más fácilmente en una mamografía que en una ecografía.
Automamografía
La ciencia sigue avanzando y nos sigue sorprendiendo. Existen unos mamógrafos que disponen de un dispositivo que permite que sea la propia paciente quien comprima. El técnico coloca la mama e indica que se ha de hacer presión suficiente sin hacerse daño, y es la mujer que con un controlador decide la presión. Por lo general, si la mama se auto-aprieta se realiza más presión que si lo hace el técnico. Esto puede ser debido a que si tienes el control, el dolor es más soportable.