Fundación iSYS
Se ha hablado y publicado mucho sobre la influencia de la dieta en la prevención y en el riesgo de contraer cáncer. Y no siempre se ha hecho de forma correcta: abundan los bulos y los mitos que confunden e informan de forma errónea, incluso pueden suponer un peligro para la salud.
En Xemio, a la hora de hacer recomendaciones nos basamos en la evidencia científica. Con este objetivo, os presentamos el Continuous Update Project (CUP), la fuente de información científica más completa fuente sobre la influencia de la dieta, la nutrición y la actividad física en la prevención del cáncer y en el riesgo de contraer la enfermedad. El proyecto lo desarrollan y actualizan de forma periódica dos grandes organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan en la investigación del cáncer: la World Cancer Research Fund y el American Institute for Cancer Research. La versión más actualizada de la tabla es del 2018.
Estas instituciones han plasmado en formato gráfico (ver la tabla original) la evidencia científica acumulada sobre el papel que tienen determinados alimentos y la práctica de actividad física en la prevención y en el riesgo de contraer varios tipos de cáncer. En la parte superior de la tabla (en lila oscuro) se muestran más de 50 conceptos, la mayoría corresponden a varios tipos de alimentos y elementos nutricionales, como fruta y hortalizas, tipos de carne, lácteos, tipos de bebidas -azucaradas. alcohol, café, té…-, vitamina D, beta-carotenos, calcio... También se incluyen otros conceptos como actividad física, grasa corporal, lactancia materna, peso al nacer, altura de adulto, etc. Estas características se asocian a diferentes colores que representan o bien riesgo o bien factor de prevención en los varios tipos de cáncer, situados a la parte zquierda de la tabla.
Allí se incluyen hasta 20 tipos de cáncer diferentes, entre ellos los más comunes, como el cáncer de mama (que distingue entre pre-menopausia y post-menopausia), de próstata o de pulmón, hasta otros tipos de cáncer no tan frecuentes como de estómago, páncreas, riñón, cérvix, endometrio, ovarios, de piel, etc.
Así pues, la tabla nos permite ver de forma detallada y basándose en la evidencia científica, la influencia que tiene el consumo de todo tipo de alimentos y bebidas, así como el resto de variables, en la probabilidad de desarrollar o prevenir varios tipos de cáncer.
Los colores marcan el riesgo
El grado de prevención o de riesgo de contraer cáncer se expresa en colores, que se traducen en unos conceptos determinados. Así, la família de los colores verdes se asocia a la prevención: el verde más oscuro significa que aquel alimento o actividad cuenta una fuerte evidencia científica de su papel preventivo contra el cáncer, mientras que en el verde más claro, la evidencia es más limitada. Los colores rojo, naranja y amarillo se asocian al riesgo de contraer cáncer (con más evidencia de riesgo en el rojo y con evidencia limitada en el amarillo). El color gris significa que no está demostrado que aumente el riesgo de tener cáncer.
Cáncer de mama: algunas evidencias
Si nos fijamos en el cáncer de mama, vemos que son factores protectores:
- La actividad física, especialmente la actividad vigorosa
- Vegetales sin almidón (casi todos excepto la patata y la zanahoria) y fruta
- Haber practicado la lactancia materna
También hay evidencia, aunque menor, del factor protector de las dietas ricas en calcio y los alimentos con carotenoides.
En cuanto a los factores que implican un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama hay:
- Bebidas alcohólicas (sobre todo en el cáncer de mama post-menopáusico)
- Ser una persona “alta” en la edad adulta
- Exceso de grasa corporal y ganancia de peso
Os dejamos con la tabla para que podáis analizar de forma más detallada el rol de los alimentos en el desarrollo de cáncer.
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