Existen diferentes terapias contra el cáncer de mama y su uso depende, entre muchos otros factores, de las características de la paciente y del cáncer de mama que vayamos a tratar. En el caso del cáncer de mama con expresión de receptores hormonales el pilar fundamental en el tratamiento es la hormonoterapia (HT), pero hay que tener en cuenta que estos tratamientos también pueden producir diferentes efectos adversos y que existen diferentes maneras de mitigarlos.
¿Qué es y cómo funciona la hormonoterapia?
La hormonoterapia es un tratamiento “antihormonal” que tiene como objetivo reducir la cantidad de estrógenos (hormonas sexuales femeninas). Estas desarrollan su función uniéndode al receptor de estrógenos (RE) que encontramos en las células del cáncer de mama, y es esta interacción estrógeno-receptor de estrógeno la que promueve el crecimiento tumoral.
Hay dos tipos de tratamiento para contrarrestar la acción de los estrógenos sobre el cáncer de mama:
- HT Supresiva o “suprimir la fabricación de estrógenos”. En las pacientes postmenopáusicas, los estrógenos se sintetizan por la acción de una proteína denominada “aromatasa”. Al tomar fármacos denominados inhibidores de la aromatasa se inhibe la actividad de la aromatasa disminuyendo los niveles de estrógenos. En el caso de mujeres premenopáusicas, existen tratamientos para suprimir la función ovárica y en hombres, supresión de la función testicular.
- HT competitiva o “antiestrógeno”. Estos fármacos se unen al receptor de estrógenos. Esto evita que sea el estrógeno el que se una a él, impidiendo la acción que realizaría sobre la célula tumoral. Los antiestrógenos más utilizados son el tamoxifen y el fulvestrant pero actualmente, se están incorporando nuevos antiestrógenos más potentes y que se pueden administrar por vía oral denominados SERDS (degradador selectivo de receptores de estrógenos).
Efectos secundarios de la hormonoterapia
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la hormonoterapia contraindica el embarazo hasta que se finalice el tratamiento. Teniendo en cuenta que se puede alargar hasta 10 años, es importante en mujeres jóvenes, que deseen ser madres tras el tratamiento, hacer una valoración previa al inicio del mismo y contactar con servicios de preservación de fertilidad.
Además, el resto de los síntomas que se pueden producir por la falta de efecto de los estrógenos en la mujer, se pueden agrupar en 3 tipos:
- Síntomas musculoesqueléticos: pérdida de densidad mineral ósea y dolores articulares y musculares (más frecuentemente con los inhibidores de la aromatasa). La pérdida de densidad ósea se puede prevenir con suplementos de calcio y vitamina D y/o agentes inhibidores de la resorción ósea como el ácido alendrónico, el ácido zoledrónico o el denosumab. El dolor articular y muscular se puede mitigar con vitamina D y tandas de antiinflamatorios y analgésicos
- Síntomas sistema nervioso central: son similares a los ocurridos durante la menopausia de una mujer y pueden englobar: insomnio, trastornos de memoria y concentración, labilidad emocional, disminución de la libido, depresión, cansancio, sofocos. En el caso de los sofocos, se han descrito medidas farmacológicas que los podrían prevenir/limitar como el tratamiento con algunos antidepresivos o la gabapentina. Por ahora, los complementos derivados de la soja no han demostrado su efectividad.
- Síntomas urogenitales: se puede referir sequedad vaginal, flujo molesto, coito doloroso o urgencia/incontinencia urinaria. Los síntomas urogenitales se pueden tratar con medidas locales principalmente hidratantes, lubricantes, o incluso en algunos casos, consoladores para estimular la lubricación de manera controlada (para el dolor en el coito), y rehabilitación pélvica mediante ejercicios (urgencia urinaria).
Otras toxicidades son la acción sobre el metabolismo de las grasas (aumento de colesterol y triglicéridos) y, aunque con baja probabilidad, un aumento del riesgo de trombosis, relacionada con el tamoxifeno.
Además, como con cualquier tratamiento, no se presentan todos los efectos secundarios a la vez ni por la misma paciente, aunque si se puede presentar más de uno. Para mejorarlos es importante:
- Mantener hábitos de vida saludables: como por ejemplo una dieta mediterránea equilibrada, mantener tanto actividades físicas como mentales como el yoga, pilates, ejercicios suelo pélvico, meditación…
- Mantener contacto social.
- Mantener informados a familiares y amigos de las dificultades existentes para contrarrestar síntomas como la labilidad emocional o problemas de memoria.
- Esfera sexual: hablar con franqueza con la pareja. Para descubrir más información sobre la sexualidad y el sexo en cáncer de mama, puedes consultar este enlace.
*Es importante tener en cuenta que la duración de la hormonoterapia se valora considerando: el beneficio que obtiene la paciente, la posibilidad de recaída y la calidad de vida que está teniendo.
Por último, la hormonoterapia de mantenimiento puede tener una serie de efectos secundarios como: labilidad emocional, dificultad de concentración, dolores articulares, problemas sexuales… Todo ello, sumado al proceso vivido, y además, al hecho de que en múltiples ocasiones este momento coincide con el fin de tratamientos como la quimioterapia, puede hacer surgir una sensación de cansancio y desamparo. Estos síntomas y sensaciones pueden mejorar con la toma de antidepresivos por lo que también puede estar recomendado su uso.
Referencias
- Ponencia impartida por la Dra. Meritxell Bellet (Vall d'Hebron Instituto de Oncología) en el Taller de Formación para Pacientes con cáncer de mama del 10 de mayo de 2022. Efectos secundarios de los principales tratamientos en cáncer de mama.